martes, 21 de enero de 2014

Mejor hoy que mañana : una invitación a la responsabilidad del individuo.



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           El título original Not time like the present  incide con el adoptado para la edición en castellano Mejor hoy que mañana en el aviso de que el mejor momento para la actuación es el presente. Y una de las dos citas que introducen esta vigorosa novela nos advierte de lo siguiente:  "Aunque el hoy siga siendo un lugar peligroso donde vivir el cinismo sería un lujo imprudente."
       
          Nadine Gordimer con casi noventa años recoge en estas páginas el desencanto y la frustración de toda aquella gente que luchó por Sudáfrica contra el apartheid, y que tras la instauración de la democracia no vio la igualdad y la justicia  convertidas en realidad. Sudáfrica se perfila como uno de los países más contradictorios del continente africano: su situación económica le hace ser la primera potencia del continente pero las tasas de sida, de violaciones lo colocan a la cabeza de las listas más desoladoras del planeta. La llegada de miles de refugiados de países limítrofes más la afluencia de   sudafricanos en la miseria  a las ciudades, la corrupción en sus dirigentes, escándalos en la compra de armamento, problemas de inseguridad ciudadana convierten  este país en un"lugar peligroso donde vivir".

" ¿Cuál es la diferencia entre no hacer nada y admitir, por más que te opongas desesperadamente, que aquello en lo que creías y por lo que luchabas no ha empezado siquiera a aplicarse -una vez alcanzado, no pudo ponerse en práctica- al cabo de quince años y ahora degenera cada día? ¡Oh, esa puta letanía de la Vida Mejor, cuántas veces hay que enfrentar a los muertos con ella, a los camaradas que murieron por el Mercedes último modelo, las mansiones de invierno o las residencias de verano, los pelotazos millonarios de los acuerdos de venta de armas y los contratos de construcción de casas cuyas paredes nuevas se resquebrajan como el rostro de un anciano. ¿Quién habría tenido la pesadilla premonitoria de acabar asqueado y desprovisto de todo lo necesario para seguir, a luta continua?"  (pagina 367 de la editorial Acantilado)

        ¿Dónde radica el cinismo que menciona en la cita que abre el libro el escritor sudafricano Keorapetse Kgositsile? El cinismo consiste en asumir que el tiempo transcurrido es el suficiente para rendirse. Para rendirse y abandonar el país en busca de un lugar más seguro y una calidad de vida mejor. En rendirse y abandonar a los más débiles en manos de los corruptos. En rendirse y hacer que la lucha anterior no haya tenido sentido.  La pareja protagonista parece que llega a la conclusión de que no hay otra posibilidad que abandonar el país e ir a Australia para que su familia tenga un futuro: cada día que amanece les ofrece unas cuantas razones para tomar esta decisión. Nadie se sorprende e incluso no los intentan retener porque el abandono del país  socialmente se baraja como una alternativa cabal:
"El secretario general del Partido (...) habla de la fuga de cerebros, dice que los profesionales van en busca de oportunidades porque el país forma parte de la economía global integrada." (página 336)  Es cinismo porque "¿de verdad puede llamarse honestamente una nación sólo quince años después de siglos de vivir divididos por el cuchillo, blancos y negros?" (p.329) .

      Gabriel García Márquez tituló su discurso del Premio Nobel La soledad de América Latina y desarrollaba exactamente la misma idea . No son lugares bárbaros sino lugares muy jóvenes que están comenzando a escribir su historia.
"Es comprensible que insistan  (los europeos) en medirnos con la misma vara con que se miden a sí mismos, sin recordar que los estragos de la vida no son iguales para todos, y que la búsqueda de la identidad propia es tan ardua y sangrienta para nosotros como lo fue para ellos. La interpretación de nuestra realidad con esquemas ajenos sólo contribuye a hacernos cada vez más desconocidos, cada vez menos libres, cada vez más solitarios. Tal vez la Europa venerable sería más comprensiva si tratara de vernos en su propio pasado. Si recordara que Londres necesitó 300 años para construir su primera muralla y otros 300 para tener un obispo, que Roma se debatió en las tinieblas de incertidumbre durante 20 siglos antes de que un rey etrusco la implantara en la historia, y que aún en el siglo XVI los pacíficos suizos de hoy, que nos deleitan con sus quesos mansos y sus relojes impávidos, ensangrentaron a Europa con soldados de fortuna. Aún en el apogeo del Renacimiento, 12 mil lansquenetes a sueldo de los ejércitos imperiales saquearon y devastaron a Roma, y pasaron a cuchillo a ocho mil de sus habitantes"



    Mejor hoy que mañana es una novela densa, cuajada de historia, cuajada de presente donde Gordimer alude a la responsabilidad de todos los individuos para no abandonar semejante empeño como es la construcción de una identidad sudafricana común. Porque si se abandona serán "cada vez más desconocidos, cada vez menos libres, cada vez más solitarios" y no hay mejor momento para la acción que el presente.

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